A un año de declarada la pandemia en todo el mundo, finalmente podemos decir que la crisis del coronavirus nos muestra que no somos islas, ni tan fuertes ni tan débiles. Que no somos ni prescindibles ni indestructibles. Y sobretodo, que tenemos la capacidad de adaptarnos a todo cambio, en pos de salir adelante. Por eso, repasamos los principales cambios que el primer año nos dejó, para analizar algunas opciones o alternativas:
¿Cuáles fueron los mayores cambios que dejó la pandemia?
1. Paralización y Pausa
Nunca antes, hasta ahora, la incertidumbre había estado tan presente y consciente en nuestros pensamientos. Desde hace más de un año, nuestro foco está puesto en las experiencias nuevas y reveladoras que nos trajo el Covid-19.
Esto generó un aumento en los niveles de ansiedad, que afectan directamente a nuestra salud y la capacidad de relacionarnos. Se volvió natural en todo el mundo entonces, un estado anímico contagiado y general en que se hicieron ver y sentir fuertemente las sensaciones de:
- Angustia y cansancio
- Estrés y desesperación
- Duda continua
- Incertidumbre
- Miedo
2. Auto-conocimiento y búsqueda del bienestar
Todos estos cambios nos llevaron a iniciar una búsqueda de explicaciones y calma, para lograr sentir bienestar y sortear de la mejor forma posible el aislamiento. Esto representó un gran desafío y nos permitió de manera individual y grupal, optar por encontrar nuevas alternativas para achicar la brecha entre “lo que era ayer y lo que es hoy” Con lo cual hoy podemos ver el aumento en:
- Actividades deportivas (indoor y outdoor)
- Nuevas experiencia en terapias alternativas
- Aumento en el disfrute de los encuentros virtuales y presenciales
- Mayor valoración por la calidad en las relaciones, encuentros y relaciones
- Mayor consumo de actividades/técnicas para conectar con uno mismo
3. Gana terreno con fuerza el teletrabajo
Por otra parte esta nueva realidad nos recordó la necesidad de innovación y adaptabilidad en las nuevas metodologías de trabajo, que seguíamos negándonos a aceptar en su totalidad porque las creíamos “innecesarias o imposibles”. Trabajar de forma remota u online, se volvió una necesidad y hasta la forma más segura de poder seguir generando ingresos y productividad, que el país siga funcionando, y además la única forma de cuidar a quienes queremos.
El coronavirus abrió paso a la aceleración de una tendencia que ganó terreno y vino para quedarse; y con esto nos demostró que “nada está tan instaurado” como pensamos.
4. El living de casa se convierte en aula
Ligado al cambio anterior, si bien la metodología de estudiar por Zoom o Google Meet era algo que venía haciéndose notar hace tiempo, era hasta ahora una modalidad pensada para los adultos mayoritariamente.
Hoy es el turno de los más chicos de adaptarse a la educación virtual. Y en esto cabe notar, que la tecnología no fue la dificultad para ellos, sino para los padres. Los niños de hoy,se vieron más afectados por la falta de contacto emocional y presencial con sus amigos y maestros. Este cambio nos recordó a los más grandes, padres y madres; la importancia de la amorocidad, atención, desgaste de energía e intercambio que los niños quieren, requieren y necesitan en su día a día. Y sobretodo, la importancia de las escuelas y la dinámica del aula, para nuestros niños.
5. La tecnología se muestra esencial y facilitadora
Los dispositivos digitales, la conexión de internet y el e-commerce han jugado un papel fundamental durante esta larga etapa de cambios y adaptación. Nuestro mundo entero, empezó a girar en torno al ancho de banda y nos vimos, en muchos casos, en el proceso de aprendizaje y adaptación al tener que realizar el 90% de nuestras actividades diarias a través de una pantalla y un micrófono.
Esto se ha convertido en nuestra realidad, y las industrias se mostraron en condiciones de vender sus productos de manera online y los usuarios han adoptado esta nueva forma de compra, sin dar señales de querer volver atrás.
Al comparar las transacciones de Enero a Julio de 2020 frente al mismo periodo de 2019 se detectó un crecimiento del 62% en las compras y un incremento de 49% en el valor de las ventas; finalmente esto se traduce en que los comercios pasaron de tener 5,1 millones de compradores mensuales en promedio (antes de la pandemia) a un total de 8,9 millones en Julio 2020.
En ese mismo periodo, el crecimiento del e-commerce fue notable en Latam, como comenta Forbes:
- Perú (131%)
- Brasil y México (108%)
- Chile (103%)
- Colombia (56%)
- Argentina (52%)
Aún no entendemos del todo si la tormenta ya pasó o si estamos en la calma que antecede al huracán. La incertidumbre está latente al igual que las ganas de que todo acabe y tal vez, algunos quieran “volver a la normalidad” y otros crean “que esta ya estamos en ella”.
Por suerte, así como estos cambios han aparecido, muchas respuestas y soluciones a ellas también. Por ejemplo, desde Mattering creamos algunas capacitaciones para acompañar a las compañías en estos procesos tan complejos de trabajo remoto por ejemplo. Si te gustaría ver de qué se trata, podés conocerlas aquí.